La isla de Okinawa, en Japón, es el mejor lugar del mundo para envejecer. Los habitantes de Okinawa tienen más personas de 100 años de edad por cada 100.000 habitantes, más bajas tasas de mortalidad por cáncer, por enfermedades cardíacas y, por accidentes cerebro-vasculares (los tres "asesinos" del mundo occidental). Además, tienen la mayor esperanza de vida para hombres y mujeres mayores de 65 años, con las mujeres de Okinawa la mayor esperanza de vida de todas las edades.
¿Y esto? Se ha estudiado la población con numerosos estudios durante muchos años y estos son algunas conclusiones simplificadas:
Genética:
Los estudios demuestran que la genética de los habitantes de Okinawa les ayuda en la prevención de enfermedades inflamatorias y auto-inmunes. Sin embargo, cuando los habitantes de Okinawa se mueven a nuevos entornos (provocando cambios en los hábitos y estilo de vida), pierden su longevidad. Esto indica que otros factores entran en juego, además de la genética.
Radicales Libres (antioxidantes):
Los centenarios tienen menores niveles de radicales libres en la sangre. Esto se debe principalmente al hecho de que los habitantes de Okinawa comen menos calorías debido a una práctica cultural de comer llamado Hara Hachi Bu (parar antes de sentirse lleno) . Menos calorías significa menos radicales libres creados en el proceso digestivo. Menos radicales libres significa una mejor salud cardiovascular y menor riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas. Se cree que el Resveratrol ( un activo del vino tino) funciona de la misma manera, que en la dieta de restricción calórica, activando el gen "Sirtuin 1".
Salud del corazón:
Los participantes de los estudios tienen las arterias limpias, saludables, con bajos niveles de colesterol y bajos niveles de homocisteína. Los investigadores creen que estos bajos niveles puede disminuir el riesgo de la enfermedad cardiaca en Okinawa hasta en un 80 por ciento. Las razones de estos bajos niveles se cree que son por una buena dieta, altos niveles de actividad física, un consumo moderado de alcohol, no fumar y la actitud positiva que reduce el estrés.
Menor riesgos de cáncer:
Los habitantes de Okinawa tienen menos riesgo de cánceres hormona-dependientes (mama, próstata, ovario y colon). En concreto, tienen un riesgo 80% menos de cáncer de mama y de próstata, y un 50% menos de riesgo de cáncer de ovario y cáncer de colon. Los investigadores atribuyen esta reducción del riesgo en el consumir de menos calorías, consumir grandes cantidad de frutas y verduras ( vitaminas-antioxidantes-fibra), tener buenas grasas en la dieta (pescado azul Omega-3), comer mucha fibra y mantenerse físicamente activo.
Salud ósea:
No es de extrañar por lo ya leído que los habitantes de Okinawa tengan también menos riesgo de fracturas de cadera. La densidad de los huesos de los centenarios disminuye a un ritmo más lento que otros japoneses. Esto puede ser debido a una mayor ingesta de calcio en la dieta de Okinawa y/o una mayor exposición a la vitamina D, además de mayores niveles de actividad física.
Menopausia natural:
Las mujeres de Okinawa no usan terapia de reemplazo de estrógeno y tienen pocas complicaciones relacionadas con la menopausia. Se cree que los fitoestrógenos de la soja (un alimento común en Okinawa), así como altos niveles de actividad física, ayudan a reducir los efectos negativos de la menopausia.
Más hormonas sexuales:
Los habitantes de Okinawa tienen más estrógeno natural de DHEA y testosterona que otras gentes de la misma edad. Los altos niveles de testosterona ayudan a mantener la masa muscular. El estrógeno se piensa puede proteger contra la osteoporosis y las enfermedades del corazón. La DHEA disminuyen con la edad, algunos investigadores utilizan el nivel de DHEA como un marcador de la rapidez con que una persona está envejeciendo. La dieta y la actividad física pueden explicar por qué estas hormonas siguen siendo altos en Okinawa los ancianos.
Actitud positiva:
Cuando la personalidad de los habitantes de Okinawa se puso a prueba, se comprobó que mantienen una actitud positiva ante la vida. Tenían fuertes habilidades afrontar situaciónes difíciles y un profundo sentido de la espiritualidad, de significado y de propósito. Perspectivas favorables que se cree puede explicar su menor riesgo de demencia.
Conclusiones
Los habitantes de Okinawa nos muestran que un estilo de vida saludable no sólo nos ayudará a vivir más tiempo, sino que también nos ayudará a vivir libres de enfermedad. Los cambios de estilo de vida más saludables pueden añadir años a la vida y hacer que se siente mejor. Empezar ahora por aprender a cambiar nuestros hábitos alimenticios, hacer más ejercicio y relajarnos pueden darnos - a todos - más años.
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