Cinco nutrientes importantes para mantener una piel sana,
flexible y radiante
Zinc: El zinc es un componente importante de la salud de la
piel, especialmente para los que sufren de acné. De hecho, el acné en sí mismo
puede ser un síntoma de deficiencia de zinc. El zinc actúa mediante el control
de la producción de aceite en la piel y también puede ayudar a controlar
algunas de las hormonas que provocan el acné. El zinc también es necesario para
la función apropiada del sistema inmune, así como para el mantenimiento de la
visión, el gusto y el olfato. El consumo de zinc también está fuertemente
relacionado con una reducción de cáncer de próstata. Alimentos ricos en zinc
son las ostras frescas, semillas de calabaza, jengibre, nueces, nueces de
Brasil, avena y huevos.
Omega-3: piel seca, piel inflamada o los que sufren con
frecuente aparición de espinillas o puntos negros se pueden beneficiar de la
suplementación con Omega-3. Buenas fuentes de ácidos grasos omega-3 incluyen
semillas de lino, nueces y pescado azul (salmón, atún, trucha, anchoa, sardina etc.)
Selenio: El selenio es un mineral antioxidante responsable
de la elasticidad de los tejidos. También actúa para prevenir el daño celular
por los radicales libres. Podría jugar un papel importante en la prevención de
cáncer de piel, ya que puede proteger la piel del daño de la luz ultravioleta
excesiva. Fuentes alimentarías de selenio incluyen el germen de trigo,
mariscos, ajo, nueces del Brasil, huevos, arroz integral y pan de trigo
integral. Las nueces de Brasil son quizás la mejor fuente y comer sólo 3-4
nueces del Brasil por día proporciona una adecuada cantidad de selenio para la
mayoría de la gente.
Sílice: El sílice es un mineral que fortalece los tejidos
conectivos del cuerpo - músculos, tendones, ligamentos, el cabello, las uñas,
los cartílagos y los huesos - y es vital para una piel sana. Las fuentes alimentarías
que incluyen sílice incluyen puerros, judías verdes, garbanzos, fresas, pepino,
mango, espárrago apio, y el ruibarbo.
Vitaminas C, E y A: Estas vitaminas son muy eficaz para
reducir el daño de los radicales libres, tales como los causados por la
exposición excesiva al sol o la contaminación. Los alimentos ricos en estas
vitaminas incluyen verduras de hoja verde, rojo y pimiento verde, col, perejil,
col rizada, nabos, zanahoria, batata y el brócoli.
Ultimo, aunque no es un nutriente, beber 2 litros de agua
por día.
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